Un dolor de oídos, o de oído, es causado por las condiciones dentro de la propia oreja, en el canal auditivo o en la parte externa de la oreja, según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés). El dolor generalmente deriva de una infección causada por la acumulación de líquido. En algunos casos, puede ser el resultado de una acumulación de cera, o de exposiciones prolongadas a ruidos muy fuertes. También puede ser causado por algún elemento como por ejemplo, cabello alojado en el interior de la oreja. También puede manifestarse junto a un resfriado común, a la gripe o a otras enfermedades, y la sinusitis también puede causar un dolor de oídos.

1. Humedece un paño o una toalla pequeña en agua caliente. Utiliza el agua lo más caliente que puedas soportar sin quemar tu piel. Exprime el paño antes de aplicarlo a tu oído. También puedes llenar una botella con agua caliente y envolverla con un pañuelo.

2. Aplica la compresa tibia en el oído afectado hasta que se enfríe. Repite este procedimiento en el otro oído. El calor y el vapor estimularán la circulación de la sangre para aliviar el dolor de oídos.

3. Aplica la compresa caliente sobre la garganta. Hacer esto proporcionará alivio instantáneo al dolor de oídos, según Grandmashomeremedies.com. Mantén la compresa en su sitio durante 5 minutos, pero aumenta el tiempo de tratamiento si el dolor de oídos persiste. Grandmashomeremedies.com también aconseja que sumerjas los pies en agua caliente durante 10 a 30 minutos mientras que aplicas la compresa en los oídos o garganta.

   Consejos

   Aplica unas gotas de aceites esenciales y otros aceites naturales en el oído antes de aplicar la compresa para que te ayude a calmar el dolor.

   Advertencia

   Si el dolor de oídos es acompañado por fiebre, consulta a tu médico. Los dolores de oídos son comunes en los niños, pero si persisten por más de 2 o 3 días, o el dolor parece ser muy intenso, consulta a tu pediatra.