Los lentes de contacto blandos tienen fecha de vencimiento a fin de proteger a los consumidores. La FDA clasifica a los lentes de contacto como artefactos envasados médicos que requieren fecha de vencimiento. Los lentes de contacto vencidos pueden causar infección por contaminación. Utilizarlos pone la salud de tus ojos en riesgo.

Importancia del vencimiento

Los lentes de contacto blandos están sellados en envases herméticos. A lo largo del tiempo, el sello de estos envases se vuelve débil, lo que puede llevar a la contaminación de la solución salina y del lente. La fecha de vencimiento indica el último mes y año en que puedes considerar que los lentes están libres de contaminación.

Cronología de Seguridad del Lente

Hasta cuatro años desde su fecha de envasado, los lentes de contacto blandos son seguros para usar. Inspecciona el envase cuidadosamente antes de utilizar los lentes. Desecha los lentes si descubres algún agujero en el envase o si la solución salina parece nublada. Seguir estos principios de seguridad te ayudará a evitar dolorosas infecciones en el ojo.

Excepciones

Los lentes de contacto duros o gas permeables por lo general no tienen fecha de vencimiento. Los fabricantes producen estos lentes a pedido y los entregan secos. Estos lentes no se guardan en solución salina, lo cual elimina el riesgo de contaminación antes de su uso. El consumidor es responsable de la esterilización.

Advertencias

La FDA ofrece algunos consejos al momento de comprar lentes de contacto: Solicita tus lentes de contacto a una empresa a la que estés acostumbrado. Cuídate de intentos de reemplazarlos con una marca diferente. Sólo acepta la marca que tu profesional en cuidado de ojos apruebe y que figure en tu receta. Si sospechas que tus lentes no son los correctos (los de la receta o la marca), verifícalo con tu profesional en el cuidado de ojos. Rechaza todos los lentes que tu oculista no apruebe.

Consideraciones

Sigue las sugerencias de tu oculista durante el tiempo que uses lentes. Los lentes desechables tienden a ser más seguros debido a que los puedes reemplazar al menos cada mes, semana o día. La limpieza y el almacenamiento adecuados puede ayudar a evitar infecciones en el ojo o peores circunstancias. Lávate las manos antes de colocarte o quitarte los lentes. Estos consejos conservarán la comodidad de tus lentes y mantendrán tus ojos más saludables.