La lechuga puede causar algunas complicaciones digestivas e intestinales. La lechuga contiene fibra, que es buena para evitar la constipación, pero además puede resultar en diarrea e irritar ciertas condiciones del tracto digestivo. Antes de decidir eliminar la lechuga de tu dieta, consulta a tu médico. La lechuga tiene nutrientes muy importantes que tu cuerpo necesita.

Diarrea

Uno de los beneficios de la lechuga es su contenido de fibra, pero eso puede complicar otros asuntos digestivos tales como la diarrea. Si sufres de diarrea, tomar productos lácteos no pasteurizados y evitar alimentos fibrosos, carne cruda o pescado puede ayudarte a evitar dicho problema. El Centro Coordinador Nacional de Información sobre las Enfermedades Digestivas recomienda evitar el consumo de lechuga, ensaladas de frutas y otras frutas y verduras cuando tienes diarrea, especialmente si estás de viaje. La diarrea que dura más de dos días puede ser indicador de una condición más grave. Si dura hasta cuatro semanas o más, puede tratarse de una enfermedad crónica.

Eructos, distensión y gases intestinales

Algunos alimentos pueden causar eructos, distensiones y gases. Dichos problemas digestivos pueden causar dolor y hacerte pasar vergüenza. Algunas de estas comidas incluyen lechuga, brócoli, coles de Bruselas, repollo, frijoles asados, coliflor, caramelos, gomas de mascar y algunas frutas. Evita o restringe la cantidad de consumo de dichos alimentos para disminuir los síntomas.

Digestión incompleta

Algunos alimentos, tales como lechuga, nueces, verduras crudas y choclo, pueden causar una digestión incompleta. Como resultado de dicha digestión, algunos individuos pueden padecer problemas digestivos, pero especialmente aquellos que hayan sufrido de una colostomía. La digestión incompleta ocurre cuando los alimentos ingeridos no se rompen al bajar por tu cuerpo, lo cual puede afectar tu deposición.

Consideraciones

Si padeces uno o todos los problemas digestivos, habla con tu médico sobre tu dieta. Quizás la lechuga no es la culpable; puede que sea otra parte de tu dieta. Dichos síntomas también pueden ser molestias temporarias por comer demasiado rápido y tragar mucho aire, lo que puede resultar en eructos, distensiones, gases o diarrea.