Actualizado en
18 julio, 2017
Andar en bicicleta con un menisco desgarrado
La ruptura de meniscos es una lesión en la rodilla bastante común, una que algunos atletas prefieren sobrellevar. Mientras el ciclismo fortalece los músculos de las piernas alrededor de la rodilla, tu capacidad para continuar en bicicleta depende del tipo de desgarro que tienes. Una rasgadura en ciertas áreas del menisco pueden sanar por sí solas sin cirugía, sin embargo, desgarros graves requieren más atención y tiempo de recuperación. Tu médico te puede recomendar un programa de rehabilitación que incluye ciclismo.
Información de los meniscos
Tus rodillas están equipadas con dos almohadillas en forma de C de cartílago que amortiguan la unión de la tibia y el fémur. Las almohadillas están en el exterior o lateral, y en el interior o porciones medias de la articulación. De acuerdo con MayoClinic.com, las roturas de menisco a menudo ocurren con un giro contundente o rotación de la rodilla, sobre todo cuando tu pie se planta en el suelo. El menisco también se desgasta con el tiempo y el uso. Los desgarros también pueden ocurrir al realizar actividades normales; el cartílago puede desgastarse lo suficiente para que un simple movimiento provoque un desgarro.
Andar en bicicleta y los meniscos
El ciclismo es un deporte de bajo impacto, es decir, hay poco movimiento con levantamiento de peso colocado en las articulaciones. Sin embargo, las marchas altas, colinas y carreras rápidas exigen esfuerzo sobre la articulación de la rodilla. La altura incorrecta del asiento, cambiar y montar incorrectamente demasiado duro, todo puede impactar negativamente la rodilla. Dolor en la parte interior de la rodilla puede indicar un desgarro del menisco medial, mientras que un desgarro de menisco lateral causará dolor en la parte externa de la rodilla. Si el ciclismo causa cualquier dolor en la rodilla, detén la actividad de inmediato. Si el dolor persiste, ponte en contacto con tu médico.
Tipos de desgarros
Hay varias clasificaciones de desgarro, la gravedad de las cuales depende de su ubicación. Los desgarros a lo largo de las zonas exteriores del menisco pueden no requerir cirugía, ya que esta zona tiene un suministro de sangre para dar nutrientes. Los desgarros transversales corren directamente en la anchura del menisco y se encuentran entre los tipos más graves. Los desgarros de pestaña y cubeta, así como cuernos rotos, impactan la porción interior de la almohadilla del cartílago, y estas áreas pueden requerir reparación quirúrgica y mayor tiempo de curación. Además de desgarro del cartílago, una lesión de rodilla también puede dar lugar a daño de los ligamentos que sujetan los huesos en su lugar.
Andar en bicicleta como rehabilitación
Montar una bicicleta estacionaria se recomienda a menudo durante la rehabilitación del menisco lagrimal para mantener el sistema cardiovascular. Las bicicletas estáticas son fáciles de programar para proporcionar poca resistencia a la articulación de la rodilla, también pueden ayudar a recuperar el rango normal de movimiento en la rodilla. Tu capacidad de utilizar o montar en bicicleta depende de la gravedad de tu lesión, cirugía y salud en general. Un médico o fisioterapeuta te permitirá hacer ciclismo cuando la hinchazón y el dolor se reduzca, y la rodilla recupere una cierta cantidad de movilidad.
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