Cómo curtir la piel de serpiente

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i Thomas Picard

A diferencia de las pieles de la mayoría de los animales, que requieren varias semanas de trabajo y diferentes inmersiones, la piel de serpiente es bastante rápida y fácil de curtir o curar. De principio a fin, la piel de serpiente puede estar curtida y lista para exhibir o usar en menos de una semana. Además, los productos químicos que se utilizan para curar esta piel son menos duros que los que se suelen emplear para el cuero o las pieles de otros animales, no obstante, se deben tomar algunas precauciones. La clave del éxito radica en quitar tanta carne como sea posible sin dañar la piel antes de comenzar con el proceso de curtido.

  1. Raspa y quita todo el músculo, la grasa y el tejido que puedas, ten sumo cuidado de no dañar ni perforar la piel. Cuanto más limpia quede la piel, más rápido y fácil será el proceso de curtido.

  2. Mezcla en un recipiente una parte de glicerina con una parte de alcohol para uso externo. Necesitarás lo suficiente como para cubrir por completo la piel de serpiente.

  3. Sin apretar, enrolla la piel para poder colocarla dentro del recipiente.

  4. Empuja la piel de serpiente dentro del la solución de glicerina y alcohol. Ponte guantes de goma para proteger tus manos y ayúdate con un palo o cuchara de madera limpios para empujarla y cubrirla por completo. Asegúrate de que quede totalmente cubierta por la solución.

  5. Tapa herméticamente el recipiente y ubícalo en un lugar oscuro y fresco.

  6. Agita la solución y la piel una vez al día.

  7. Saca la piel de la solución al finalizar el tercer día.

  8. Enjuaga minuciosamente la piel con agua dulce y fría.

  9. Raspa y quita cualquier remanente de carne o tejido, ten sumo cuidado de no dañar la piel.

  10. Frota una fina capa de glicerina en el interior de la piel.

  11. Cuelga la piel en un lugar fresco y seco durante un día.

  12. Limpia el excedente de glicerina con un paño limpio húmedo y luego seca con un paño suave. Una vieja camiseta servirá.

    Consejos

    Almacena la piel de serpiente ya curada en un lugar fresco y seco que no esté expuesto a la luz directa del sol. Si esto ocurre, la luz solar desgastará el color y la piel comenzará a degradarse, incluso si ha sido curtida del modo correcto.

    Advertencia

    No enrolles la piel muy apretada ni trates de amontonar muchas pieles dentro de la solución. La piel necesita el espacio suficiente dentro del recipiente para curarse del modo correcto.

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