
Actualizado en
18 julio, 2017
Extracción de dientes en niños

La extracción de una diente es un procedimiento dental que consiste en extraer un diente de la cuenca del hueso. Para un niño, esto puede ser un procedimiento de terror ya no sabe qué esperar y se sentirá preocupado por si el procedimiento le perjudicará. Al educar a tu hijo, puedes aliviar cierta ansiedad en torno a la experiencia.
Causas
Un dentista extraerá los dientes de tu hijo si el diente está podre hasta el lugar en el que un nervio no es una opción. También se puede extraer un diente si se rompe más allá de la reparación o masifica la boca con dientes. Si tu hijo va a recibir ortodoncias, un dentista o el ortodoncista podría decidir extraer uno o más dientes para hacer espacio para el desplazamiento de los dientes.
Previo
Una radiografía utiliza radiación para tomar una fotografía interna del diente y de su raíz. La radiografía permite al dentista determinar la severidad del daño del diente. Si el diente no puede repararse, se concertará una nueva cita para la extracción del diente. Según Colgate, podría darse antes un antibiótico antes y después del procedimiento. Este se encarga de cualquier posible infección que haya sido causado por el diente dañado. Tratar la infección antes de la extracción, reduce el riesgo de la propagación de la infección.
Si tu hijo está muy nervioso acerca del procedimiento, habla con tu médico sobre medicamentos ansiolíticos, que normalmente se toman antes de acostarse, la noche antes de la extracción. También puedes dar a tu hijo una píldora adicional para llevar con él en el procedimiento.
Procedimiento
El procedimiento utilizado dependerá del tipo de extracción. Cuando se extrae un diente visible, se realiza una extracción simple. El dentista inyecta el área con un anestésico local anestésico como novocaína, que hará que tu hijo sienta presión en lugar de dolor durante la extracción. El dentista entonces balanceará el diente hacia atrás con unas pinzas hasta que el diente esté lo suficientemente suelto como para romperlo de su ligamento.
Si se se rompe el diente, el dentista necesitará eliminar el tejido de las encías para ver el diente que se debe extraer. En este caso, el dentista puede darle a tu hijo óxido nitroso, llamado también gas de la risa, para relajarse o darle una fuerte sedación por vía intravenosa. Debes discutir los tipos de anestesia disponible con el dentista antes del día del procedimiento, para que conozcas las opciones y poder preparar mejor a tu hijo. Según Dentistry.com, tu hijo deberá llevar manga corta si está sedado, por lo que el cirujano oral tendrán acceso fácil para insertar el IV.
Tratamiento posoperatorio
Según Aurora Health Care, el dentista pedirá a tu hijo que muerda firmemente sobre una gasa hasta que deje de sangrar, y si el sangrado es excesivo, la gasa tendrá que cambiarse cada 20 o 30 minutos hasta que se forme el coágulo de sangre. La mandíbula estará ligeramente dolorosa y el dentista normalmente recetará un analgésico. En algunos casos, el dentista puede recomendar sólo antiinflamatorios sin receta médica, como ibuprofeno. Si la cara de tu hijo está inflamada, el hielo puede reducir la hinchazón.
Sirve sólo alimentos blandos durante las primeras 24 horas después de una extracción. Alimentos como la gelatina y el puré de manzana son aceptables y causan poca incomodidad. Después de que su niño coma, pídele que se enjuague con agua salada, pero asegúrate de que no escupa con fuerza. Si hay puntos de sutura, estos se disolverán solos dentro de dos semanas.
Consideraciones
Es importante que a tu hijo no le moleste el coágulo de sangre que se forma después de la extracción del diente. Si se desplaza el coágulo de sangre, el hueso está expuesto al aire, causando una dolorosa complicación llamada zócalo seco. Para evitar la alveolitis seca, no permitas que tu hijo beba por una paja o escupa mientras está curando la zona. Aunque necesita seguir cepillando los dientes y usar hilo dental, asegúrate de que no se cepille directamente en el sitio de la extracción. Si el dolor se vuelve severo o el niño desarrolla fiebre, escalofríos o aumenta la hinchazón, busque atención médica.
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