El cuerpo humano genera una variedad sorprendente de olores, por los cuales la gente gasta una gran cantidad de dinero para intentar neutralizarlos. Ante un olor corporal diferente al que la mayoría de las personas está acostumbrada esto podría indicar que hay algún problema de salud. Si tu percibes que tu sudor ha comenzado a oler a dulce, deberías hacer una consulta con tu médico.

Olores y medicina

En el pasado, los médicos usaban sus narices para diagnosticar muchas enfermedades. Los aromas corporales inusuales pueden variar desde pescado a huevos podridos, jarabe de arce o manzanas. Hoy en día, los médicos continúan reconociendo que algunas enfermedades - como las infecciones por hongos - generan olores distintivos. Por ejemplo, un desorden metabólico poco común llamado enfermedad de la orina de jarabe de arce puede causar un olor corporal dulce. La causa mas común del olor corporal dulce es la cetoacidosis, una complicación de la diabetes tipo 1.

Cetoacidosis

En una diabetes tipo 1 no diagnosticada o mal controlada, el cuerpo tiene problemas para producir la cantidad de insulina suficiente para romper los azúcares y obtener energía. En su lugar, el cuerpo quema grasas. Esto lleva a una producción mayor de ácidos llamados cetonas en la sangre y la orina. Las cetonas pueden causar olor frutal en tu respiración y en tu cuerpo. Puede ser el primer síntoma que te envíe al médico. De no tratarse, la cetoacidosis puede llevar a un coma diabético e incluso a la muerte.

Síntomas de la cetoacidosis

Aparte del olor corporal frutal, los síntomas de la cetoacidosis incluyen sed constante, pérdida del apetito, problemas para respirar, dolor de cabeza, fatiga, estupor o pérdida de la conciencia, enrojecimiento facial, piel y boca secas, náuseas y vómitos, rigidez o dolor muscular y, si perdura por mucho tiempo, puedes caer en un coma diabético e incluso morir. Ese olor corporal frutal debería ser tu primer indicio para visitar al médico.

Pruebas y diagnóstico

Si tu médico sospecha de cetoacidosis o diabetes debe examinar tus niveles sanguíneos de azúcar y, si están elevados, podría realizar una prueba de cetonas, que se realiza mediante un análisis de orina. Otras pruebas para cetoacidosis son medir la presión arterial, la amilasa, gasometría arterial, la glucosa en sangre o el potasio.

Tratamiento para la cetoacidosis

Si todavía no estas recibiendo insulina, tu médico debería prescribirla; si ya estás recibiendo insulina, tu médico debería ajustar tu dosis. Si tu cetoacidosis se desarrolla demasiado, deberías ser hospitalizado y comenzar con una terapia de reemplazo de fluidos y electrolitos, así como también con una terapia de insulina. Si la diabetes no es la causa de tu cetoacidosis, deberás hacerte mas exámenes para encontrar la causa, como una infección, reacción a algún medicamento o cualquier enfermedad subyacente.