Actualizado en
24 mayo, 2018
¿Qué significa cuando una herida drena líquido o pus?
El exudado de una herida se refiere a la evacuación de líquido o pus de los cortes, accidentales o quirúrgicos o de cualquier tipo, que se han abierto en la piel humana o en zonas de mucosa como la boca, nariz y otras zonas.
Este exudado es en realidad un suero que drenan las heridas y que se encuentra en el tejido inflamado alrededor de la herida, que sale al exterior por la fuerza mecánica que crea la abertura en la piel o membrana mucosa.
El suero que drenan las heridas puede tener varios aspectos, cada uno de los cuales puede indicar una condición de infección o por el contrario, ser un signo normal de que la piel está realizando su proceso de autocuración.
Entre estos aspectos tenemos el seroso, de color claro o pajizo. Suele relacionarse con enfermedades críticas y por su contenido de proteínas, electrolitos, azúcar y glóbulos blancos ayudan en el proceso de curación.
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Las plaquetas y la fibrina utilizadas en el proceso de coagulación aparecerán en el fluido en las primeras 48 a 72 horas de formación de una herida para evitar el sangrado.
Otra forma de suero que drenan las heridas puede tener rastros de sangre, pero también se relaciona con el proceso normal de curación de las heridas.
Sin embargo, la presencia de sangre en cantidades mayores indicaría un traumatismo en un vaso sanguíneo, provocando que el exudado se vea delgado y de color rojizo.
Por su parte, si una herida exuda pus, de color amarillo, gris o verde, es señal de la presencia de infección y que el exudado está repleto de células células blancas, células inflamatorias y bacterias muertas o moribundas.
¿Cómo se puede tratar el exudado de una herida?
Algunas heridas pueden tratadas con drenajes quirúrgicos, de los cuales hay diferente tipos, y otras drenan por sí mismas para ayudar al cuerpo a eliminar el pus, la sangre y otros fluidos.
Hay que recordar que cuando los fluidos drenan, se elimina parte de la posibilidad de infección y por eso no se debe interrumpir este proceso a menos que haya una complicación.
Aunque los drenajes quirúrgicos no previenen infecciones, ayudan mucho a liberar el pus o la presión del suero dentro de la piel si la inflamación es importante y hay dolor.
Sin embargo, los drenajes quirúrgicos no hacen que las heridas sanen más rápido.
Por su parte, el exudado natural, que proviene de los vasos sanguíneos debido a la inflamación, es la forma en que el cuerpo se defiende y limpia naturalmente.
Este contiene residuos y bacterias y puede estar limpio, teñido con sangre o incluso sangriento, por lo que hay que estar atento a la cantidad de drenaje, su color y su consistencia para entender qué significan estas características y si hay que intervenir con algún tratamiento.
Cantidad de drenaje
Una gran cantidad de líquidos, o exudados, pueden retardar la cicatrización, ya que puede ser un síntoma de infección o un edema, o sea, una mayor cantidad de líquido debajo de la piel.
Los síntomas de la infección son enrojecimiento o hinchazón en la zona de la herida, dolor o dolor punzante, manchas rojas en la piel alrededor de la herida, pus o secreción acuosa debajo de la piel o drenando de la herida, mal olor, escalofríos o fiebre.
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En algunas personas se presenta una condición llamada linfangitis, que es una infección que ataca al sistema linfático, responsable de remover de la sangre bacterias y patógenos.
La linfagitis es especialmente preocupante si está acompañada de fiebre o escalofríos, y debe notificarse a un médico. La baja presión arterial y el latido cardíaco frecuente son signos adicionales a tener en cuenta en casos de linfagitis.
Las costras que continúan aumentando de tamaño también son un motivo de preocupación así como las protuberancias sensibles o inflamaciones en la axila, ingle o cuello, ya que indican un drenaje inadecuado del sistema linfático.
La presencia de dolor pulsátil o sensibilidad en el área de la herida también es un signo de infección.
Si el dolor o la hinchazón aumenta o se ha incrementado 48 horas después de haber ocurrido la herida, se debe consultar a un médico.
Si es aún dolorosa o no ha curado en 10 días, posiblemente está infectada.
En todo caso, la decisión de drenar las heridas en lugar de dejar que estas sanen naturalmente depende de la forma en que estas están afectando la calidad de vida del paciente, de cuánto podría ser el tiempo que tarde el tratamiento, el nivel o gravedad de la infección si la hay y del dolor que pueda estar provocando la lesión.
ADVERTENCIA: Este artículo no debe considerarse como un equivalente de una consulta médica profesional. Consulte a su médico de confianza ante cualquier duda sobre este u otro tema relacionado con su salud.