¿Las uvas ayudan a tu sistema digestivo?

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Las uvas varían en color desde blanco a morado oscuro.
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Las uvas son un tipo común de frutas rojas que se han incluido en la cocina y el vino durante siglos. El perfil de nutrientes característico de las uvas incluye altos niveles de fitoquímicos y compuestos fenólicos que proporcionan efectos antioxidantes bien documentados para apoyar la salud cardiovascular, pero el impacto digestivo de las uvas está menos establecido. La investigación actual apoya la idea de que, mientras que las uvas ayudan a la digestión saludable para las personas que sufren de ciertos trastornos intestinales, el perfil nutricional de las uvas también puede agravar ciertas condiciones digestivas.

Constipación

El contenido de fibra de las uvas se compone en gran parte de fibra insoluble. La fibra insoluble se mantiene intacta mientras se mueve a través de tus intestinos, soportando la formación de masa que produce heces saludables. Si sufres de estreñimiento habitual u ocasional o retención intestinal, aumentar la ingesta de fibra insoluble natural puede aliviar el malestar digestivo y ayuda a producir deposiciones más regulares. El Centro Clínico de los Institutos Nacionales de Salud recomiendan aumentar la ingesta diaria de uvas como una opción saludable para aumentar tu consumo de fibra insoluble que apoye tu regularidad digestiva, debido al alto contenido de fibra y relativamente bajo contenido de nutrientes no deseables como grasa o colesterol.

Deposiciones sueltas

La diarrea y heces blandas se producen cuando tu cuerpo no puede absorber adecuadamente los nutrientes y el agua de los alimentos, haciéndolos pasar rápidamente a través del tracto digestivo sin que se formen correctamente. Una de las principales preocupaciones de salud por la diarrea es el reemplazo del contenido de agua perdida de tu cuerpo. Las uvas tienen un alto contenido de agua; aproximadamente el 70% del peso de las uvas proviene del agua. Ingerir uvas es una opción de comida para reemplazar el agua perdida a través de heces blandas. Sin embargo, los Institutos Nacionales de Salud no recomiendan las uvas en una dieta antidiarrea, debido a su alto contenido en fibra insoluble. La fibra soluble, que se encuentra en la avena y algunas frutas peladas, absorbe el agua en los intestinos, lo que reduce la probabilidad de que experimentes heces "acuosas" o blandas. Las uvas son bajas en fibra soluble y por lo tanto no tienen la misma capacidad de absorción.

Gases e hinchazón

Incluso las personas sin trastornos intestinales pueden experimentar molestias digestivas como gases e hinchazón después de comer uvas. Una explicación de la tendencia a los gases causadas ​​por las uvas es el contenido de fibra insoluble. El Colegio Estadounidense de Gastroenterología sugiere que cualquier persona que experimente gases crónicos, distensión abdominal y estreñimiento debe eliminar o reducir su consumo diario de las frutas y hortalizas difíciles de digerir, incluidas las uvas. Otra causa de molestias en el estómago relacionadas con las uvas es la intolerancia a la fructosa. Una parte significativa de las calorías de las uvas proviene de la fructosa, el azúcar natural de la fruta. Algunas personas no pueden absorber correctamente o digerir la fructosa, lo que resulta en una acumulación de gas en todo el estómago y los intestinos. Limitar la ingesta de uvas y otros alimentos ricos en fructosa como frutas y dulces debería reducir los efectos de hinchazón por intolerancia a la fructosa.

Efectos antimicrobianos

La investigación en curso que explora los efectos antimicrobianos de las uvas sugiere que las uvas pueden ser usadas en el tratamiento de enfermedades a base de bacterias transmitidas por los alimentos que afectan el sistema digestivo. Un estudio de 2010 publicado en el "Diario Internacional de Ciencia Molecular" examinó el potencial de la uva y extractos de uva para inhibir el crecimiento de ciertos microorganismos relacionados con enfermedades transmitidas por los alimentos. Los investigadores encontraron que los extractos fenólicos compuestos de diferentes partes de las uvas mostraron efectos inhibitorios sobre una variedad de microbios que causan enfermedades como la salmonella y E. coli. Aunque los investigadores han demostrado el potencial de extractos de uva para inhibir el crecimiento de bacterias, se requieren estudios en curso para determinar la forma más eficaz de aprovechar estas propiedades y usarlas para tratar las infecciones después de que hayan sido introducidos en el tracto digestivo.

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