Consecuencias de beber leche vencida

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Cuando se trata de consumir leche pasteurizada de la que se compra en supermercados y abastos, la fecha de caducidad en la caja de cartón podría no ser tan importante como la frescura del producto en su interior.

Muchas personas se guían solo por la fecha de elaboración y vencimiento estampada en esta caja por el fabricante del producto lácteo. Pero esta fecha solo se refiere a la caducidad estimada del producto y no necesariamente implica que al cumplirse la misma la leche se dañe automáticamente.

De hecho, en una gran cantidad de casos los consumidores se han encontrado que la leche en sus neveras se mantiene fresca a pesar de haber transcurrido algunos días después de su fecha de caducidad.

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Esto en todo caso es una situación que solo ocurre cuando se maneja adecuadamente el producto y se mantiene bien refrigerado y se manipula con el cuidado e higiene que se debe tener para alimentos tan delicados como los lácteos.

Sin embargo, si la leche se manipula de forma incorrecta, puede ocurrir el efecto contrario, es decir, que se dañe mucho antes de su fecha de caducidad y se convierta en un riesgo para nuestra salud.

Intoxicación alimentaria

Beber leche vencida es un grave riesgo para la salud, pues se puede padecer una intoxicación alimentaria debido a la proliferación de bacterias en el interior del envase.

Hay que recordar que la leche cruda puede contener salmonela, Escherichia coli, estreptococos, campylobacter e incluso las bacterias que causan tuberculosis, fiebre tifoidea y otras enfermedades.

Al ser pasteurizada, muchos de estos patógenos mueren y la leche aumenta su durabilidad. Pero al dañarse, hay la posibilidad de que se desarrolle nuevamente alguno de estos gérmenes, poniendo en riesgo al que se atreva a beberla.

Es relativamente fácil saber si la leche está en mal estado, antes o después de su fecha de caducidad, pues generalmente aparece un mal olor en la caja o al beber un sorbo, señal suficiente de que algo está mal.

Una textura inusual, o la separación de la leche en suero y sólidos lácteos dentro del envase es otra clave que indica que ya empezó a descomponerse.

La intoxicación alimentaria por tomar leche vencida puede ser tan leve que ni siquiera te des cuenta que la tienes, pero en algunos casos puede ser grave.

Los síntomas de una intoxicación alimentaria por tomar leche vencida son calambres estomacales, náuseas, diarrea o fiebre. Este cuadro puede durar horas o días, y puede que comiences a sentir los efectos apenas 2 horas de haber bebido la leche en mal estado.

Fecha de caducidad

Los entes rectores del área alimenticia, fabricantes y asociaciones de consumidores de lácteos de todo el mundo recomiendan comprar solo la cantidad de leche que se estime suficiente para las necesidades inmediatas del grupo familiar o consumidor.

Además, se debe tratar de comprar productos que estén muy cerca de su fecha de elaboración y bastante alejados de la fecha estimada de caducidad, para garantizar un mayor margen de frescura.

Si esta leche es manipulada correctamente, es incluso muy probable que su vida útil o viable se extienda incluso una semana después de la fecha de vencimiento.

Si la leche desarrolla un olor feo o un sabor extraño, se debe tirar a la basura.

Hay quienes congelan la leche para beberla más adelante, pero hacer esto daña la composición química del producto y puede afectar su sabor y textura cuando se descongele.

Consejos de seguridad

Para mantener la leche fresca todo el tiempo que sea posible, el Consejo de Productos Lácteos del estado de California, en Estados Unidos, recomienda mantenerla en refrigeración a una temperatura de 3 a 4,5 grados centígrados.

La temperatura baja ayuda a retardar el crecimiento de bacterias. Además, mantener la leche en su envase original con la tapa bien cerrada también ayuda a retardar su deterioro.

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No dejes que repose sobre el mostrador durante mucho tiempo y nunca vuelvas a volcar la leche en el contenedor original una vez que la hayas servido en un vaso u otro recipiente.

Estos consejos son primordiales si tienes niños, que son más vulnerables a infecciones gastrointestinales que los adultos.

Cuando se hace esto, se aumenta en gran medida la posibilidad de introducir patógenos externos dentro del envase.

También ayuda que guardes la leche en el fondo de la refrigeradora, ya que la apertura frecuente del refrigerador afecta la temperatura de los productos cerca de la puerta.

ADVERTENCIA: Este artículo no debe considerarse como un equivalente de una consulta médica profesional. Consulte a su médico de confianza ante cualquier duda sobre este u otro tema relacionado con su salud.

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