Las espinas de las plantas o semillas como espinas pueden causar heridas punzantes desagradables para los jardineros. Las punciones a menudo no sangran mucho y pueden cerrarse rápidamente, razón por la cual pueden ser peligrosas. El riesgo de infección es alto. Las heridas profundas por espinas en el pie o incluso en las manos si están en contacto con el suelo, aumentan mucho el riesgo de sufrir tétanos. Afortunadamente, la mayoría de las punciones de espinas son fácilmente tratadas con medidas básicas de primeros auxilios.

Limpiar la zona de la herida

Lava tus manos completamente con jabón —frotando durante el tiempo que lleva cantar el "Feliz Cumpleaños"— para evitar introducir más bacterias. La mayoría de las espinas punzantes son diminutas, algunas dolorosas y pueden no sangrar. Pero si hay sangrado, aplica una presión leve pero constante con una banda o gaza esterilizada hasta que frene. Enjuaga la punción debajo de una corriente de agua limpia por al menos cinco minutos. Si puedes ver o sentir una parte de la espina aún en la herida, limpia las puntas de unas pinzas en alcohol de frotar y utilízalas para quitarla. Limpia completamente la herida con jabón, agua y un paño limpio, que reduce ampliamente el riesgo de contraer tétanos y otras infecciones.

Utiliza un antibiótico tópico

Aplica una pequeña cantidad de crema o algún ungüento antibiótico de venta libre a la herida limpia, tanto para desalentar el desarrollo de una infección por cualquier bacteria que haya en la lesión, como para mantener la piel húmeda para que se cure más rápidamente. Algunas personas tienen leve picazón como reacción a los ingredientes de los ungüentos comunes, por lo tanto, siempre deja de usar las cremas o ungüentos de primeros auxilios si tienes picazón.

Aplica una venda

Dejar la punción y otras heridas abiertas al aire generalmente acelera la curación, pero el vendaje ayuda a protegerla contra las bacterias tradicionales (siempre un tema de los jardineros). Mantén la herida de la espina al menos cubierta con una banda hasta que estés seguro de que la herida se ha cerrado. Cambia el vendaje al menos diariamente y en cualquier momento en que se ensucie o humedezca, ya que los vendajes húmedos y sucios pueden trasmitir bacterias directamente a la herida.

Busca atención médica

Controla la curación de la herida. Si la punción no cesa, sientes dolor, y comienza a supurar o se vuelve roja, hinchada o cálida, busca atención médica para obtener otra opinión. También deberás ver a un médico si la herida punzante es profunda, si está en tu pie o está particularmente sucia o contaminada. Para heridas punzantes más profundas con posible exposición a la suciedad, asegúrate de aplicarte una vacuna contra el tétanos si han pasado más de cinco años desde que te aplicaste la última dosis.