Si tu muslo duele después de patear una pelota, puedes estar sufriendo de una lesión en el músculo de la ingle o una torcedura de cuádriceps. Una lesión en la ingle se siente en la parte interna del muslo, mientras que una torcedura de cuádriceps se hará sentir en la parte frontal del muslo. Un buen calentamiento y enfriamiento puede ayudar a prevenir lesiones del muslo relacionados con el fútbol y otros deportes. Si el dolor continúa mucho después de que hayas terminado de jugar y después de haber descansado la pierna, es posible que necesites ver a un médico para determinar si tu lesión o enfermedad requiere tratamiento.

Tensión en la ingle

El aductor largo del muslo es el músculo de la cara interna del muslo, también conocido como ingle, y su principal tarea es tirar la pierna hacia arriba, como en la acción implicada en patear un balón. Si esfuerzas tus músculos aductores al patear una pelota, puedes sentir un dolor agudo en la parte interna del muslo, lo que indica un posible desgarro en los músculos donde se conectan a los tendones. El dolor es gradual en la ingle y puede ser un signo de distensión del abductor crónico, y patear un balón y correr pueden agravar simplemente una lesión de larga data.

Torcedura de cuádriceps

El cuádriceps está formado por cuatro músculos de la parte anterior del muslo, y aunque son algunos de los músculos más grandes y fuertes del cuerpo, siguen siendo vulnerables a las lesiones deportivas. Sólo patear una pelota con un paso reducido, o sobre zancadas, mientras se practican deportes puede tensar o incluso rasgar los cuádriceps. Las lesiones de cuádriceps que son complicadas por las lesiones musculares en la espalda o caderas pueden tomar más tiempo para sanar.

Prevención

Antes de jugar un deporte que consiste en dar patadas a un balón, ya sea de fútbol o de fútbol americano, o incluso kickbol, debes estirar tus músculos de las piernas y calentarlas con un poco de trote ligero. El estiramiento después de jugar también puede ayudar a mantener los músculos de endurecimiento. Presta atención a cómo tus músculos se sienten durante y después de patear y correr. Si con frecuencia sientes dolor, es posible que el desarrollo de la tensión muscular sea crónica en los muslos y debas ser evaluado con una resonancia magnética. Hazte revisa cualquier lesión, más temprano que tarde, para ayudar a prevenir mayores daños y molestias.

Tratamiento

El tratamiento inicial para todas las tensiones del muslo implican reposo y hielo. Si el dolor disminuye con ese tratamiento conservador, entonces puedes comenzar a caminar o trotar suavemente para comprobar cómo responden los músculos. Si las lesiones musculares son en realidad desgarros musculares más graves y el dolor no mejora con el descanso, se puede requerir cirugía para reparar los músculos o tendones desgarrados.