Actualizado en
18 julio, 2017
¿Los desgarros musculares deben tratarse con frío o con calor?
Los desgarros musculares ocurren comúnmente por el uso excesivo y el ejercicio físico; para tratar los desgarros de forma efectiva, debes usar hielo y calor. Sin embargo, para que el alivio del dolor sea eficaz, se debe aplicar el frío y el calor de una manera específica.
Aplicación de frío en primer lugar
El hielo reduce la inflamación, y esto previene el daño en los tejidos. Aplica hielo sobre la zona afectada durante 15 minutos.
A continuación, aplicar el calor
El calor genera inflamación, pero además alivia la tensión asociada con los desgarros musculares y estimula el flujo sanguíneo y de nutrientes a la zona afectada. Aplica calor sobre el músculo durante 15 minutos.
Alternar entre el hielo y el calor
Para obtener los mejores resultados, alterna entre el hielo y el calor para aliviar la inflamación y estimular el flujo sanguíneo. Primero aplícate hielo durante 15 minutos, luego aplicar calor, y a continuación, vuelve a colocarte hielo; realiza este proceso durante un poco más de una hora y asegúrate de que la sesión de tratamiento termine con la aplicación de hielo.
Opciones para reemplazar al hielo y al calor
Las aplicaciones tópicas, como el Biofreeze y el IcyHot, combinan los beneficios del hielo y el calor, y requieren una sola aplicación. La primera aplicación enfría la zona y luego genera calor para estimular el flujo sanguíneo.
Tratamientos adicionales
Para tratar un desgarro muscular, siempre debes recordar las iniciales de estas palabras: Descanso, Hielo, Compresión y Elevación (RICE por sus siglas en inglés). El calor y el hielo son solo una parte de la ecuación. El descanso permite que el músculo sane; elevar el área afectada por encima del corazón estimula el flujo sanguíneo y la descarga de toxinas esa área. La compresión previene la inflamación y el daño en los tejidos.
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