Actualizado en
18 julio, 2017
¿Son buenas las saunas para tratar un resfriado?
Todos sabemos cómo suelen comenzar los resfriados: con una nariz que moquea, con algo de tos o quizás con un poco de cansancio. Son síntomas leves, pero si no se controlan, un buen día te despiertas y te sientes absolutamente por los suelos. La mala noticia es que los antibióticos no sirven para curar los resfriados y que los demás medicamentos lo único que consiguen es aliviar sus síntomas. Aunque tomar una sauna no acabará con tu resfriado, sí será una estupenda manera de sentirte mejor.
Saunas y resfriados: elevar la temperatura corporal
Mikkel Aaland, en su artículo "Sauna y salud", asegura que estar sentado en una habitación a una temperatura de 192 °F (88.9 °C) tiene muchos efectos beneficiosos para el cuerpo. Entre ellos, el alivio de las molestias que van asociadas a cosas tan dispares como las resacas, la artritis y el resfriado común. Podrás corroborar esta información en WebMD.com, donde se describe un estudio realizado en Alemania en 1989, que llegó a la conclusión de que las personas que tomaban dos saunas diarias se resfriaban solamente la mitad de veces que aquellas que no tomaban ninguna. La razón por la que resulta tan útil sentarse en una sauna es que se respira un aire 80 grados más caliente (unos 45 si hablamos en grados Celsius) y ocurre que los virus del resfriado no pueden sobrevivir a tan altas temperaturas. Básicamente, lo que estás haciendo por tu cuerpo es inducir de forma artificial las circunstancias de la fiebre. El cometido de la fiebre es reducir las infecciones virales elevando la temperatura interna de tu cuerpo hasta un punto donde los virus no pueden subsistir. Al sentarte en una sauna, estás aumentando tu temperatura corporal y, por consiguiente, reduciendo el número de virus en tu cuerpo, que es exactamente lo que hace la fiebre. Esto quiere decir que las saunas sí son buenas para el resfriado.
Saunas y resfriados: mejorando la respiración
En un resfriado, tu respiración puede verse afectada por la congestión de los senos nasales y de los pulmones. Tomar una sauna también te puede ayudar en esto. Al sentarte en ella, el aire caliente contribuirá a abrir tus vías respiratorias, facilitando tanto la respiración como la expulsión de las mucosidades y de otros fluidos de tu cuerpo. Al expulsar estos fluidos, estarás librando a tu organismo de los virus y acelerando su recuperación. Así que, como el aire caliente también te hace respirar mejor, te sentará muy bien tomar una sauna cuando estés resfriado.
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