
Actualizado en
17 agosto, 2018
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¿Qué es un médico hematólogo?

La hematología estudia la morfología de la sangre y los tejidos que la producen. Esta especialidad de la medicina diagnostica y trata las enfermedades de la sangre y de sus componentes celulares.
Es indispensable que el médico hematólogo posea una buena formación clínica y de laboratorio. Esta última incluye citomorfología, la tipificación inmune de las células medulares y sanguíneas y el diagnóstico genético y molecular para identificar las alteraciones biológicas de las enfermedades hematológicas.
La hematología es una especialidad que aborda enfermedades como neoplasias o cánceres de la sangre, pero su actividad difiere de la del oncólogo. También es especialista en trasplante de médula, anemias, leucemias, linfomas, mielomas y enfermedades neoplásicas malignas de la sangre.
Esta especialidad estudia los hematíes, leucocitos y plaquetas, analiza sus proporciones relativas, el estado general de las células y las enfermedades que son desencadenadas por desequilibrios en estas áreas.
Los hematíes son los responsables de transportar oxígeno y CO2, mientras que los leucocitos juegan un papel fundamental en el sistema inmunitario del organismo, en tanto que las plaquetas desempeñan una función esencial en la coagulación de la sangre.
La hematología identifica los desequilibrios entre estas áreas. Una de las pruebas de laboratorio más importantes es el hemograma completo, un análisis de sangre con un recuento y análisis de los diferentes tipos de células que forman la sangre.
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Hemograma completo
Un hemograma completo o examen de hematología completa es un análisis de sangre que mide los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas sanguíneas (células que ayudan a que la sangre coagule). Este estudio proporciona un panorama del estado de salud en general del paciente.
Una simple extracción de sangre es suficiente para realizar un hemograma completo. Mediante este examen se puede medir:
- La cantidad de glóbulos rojos (conteo de GR).
- La cantidad de glóbulos blancos (conteo de GB).
- La cantidad total de hemoglobina en la sangre.
- La fracción de la sangre compuesta de glóbulos rojos (hematocrito).
- Tamaño promedio de los glóbulos rojos (VCM).
- La cantidad de hemoglobina por glóbulo rojo (HCM).
- La cantidad de hemoglobina relativa al tamaño de la célula (concentración de hemoglobina) por glóbulo rojo (CHCM).
Este examen es el más común solicitado por los médicos, que podrán requerirlo como parte de un chequeo de rutina, ante la presencia de síntomas como fatiga, pérdida de peso, fiebre u otras señales de una infección, debilidad, hematomas, sangrado o algún signo de cáncer. También se pedirá cuando el paciente esté recibiendo tratamientos que puedan cambiar los resultados del conteo sanguíneo o bien para el control de alguna enfermedad crónica que modifique los resultados de su conteo sanguíneo, como la enfermedad renal crónica.
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Enfermedades hematológicas
Las principales enfermedades que afectan a la sangre son:
- Anemia.
- Leucemia.
- Linfoma.
- Mieloma múltiple.
- Púrpura trombopénica idiopática.
- Síndromes mielodisplásicos.
- Policitemia vera.
- Trombocitemia esencial (TE).
- Mielofibrosis idiopática.
- Púrpura trombótica trombocitopénica (PTT).
- Anemia aplásica grave.
Anemia, la más frecuente
La principal característica de la anemia es la falta de glóbulos rojos sanos en la sangre. Precisamente, los glóbulos rojos son los encargados de transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo. Es por esto que el principal síntoma de la anemia es cansancio permanente.
Existen diferentes tipos de anemia: ferropénica (por deficiencia de hierro), por deficiencia de vitaminas, a causa de una enfermedad crónica (artritis reumatoidea y cáncer, entre otras), por enfermedad de la médula ósea, hemolítica (por destrucción de glóbulos rojos) y de origen genético.
¿Qué es la leucemia?
La sangre también puede ser afectada por el cáncer y recibe el nombre de leucemia. Más precisamente, se trata de un cáncer de los glóbulos blancos, que son los encargados de combatir las infecciones
Las células sanguíneas se forman en la médula ósea. Sin embargo, en la leucemia la médula ósea produce glóbulos blancos anormales. Estas células reemplazan a las células sanguíneas sanas y dificultan que la sangre cumpla su función.
Los diferentes tipos de leucemia son leucemia linfocítica aguda, leucemia mielógena aguda, leucemia linfocítica crónica y leucemia mielógena crónica.
Pero no se trata del único cáncer en la sangre. El mieloma múltiple es otro tipo de cáncer que se origina en la médula ósea, más precisamente en la célula plasmática. Estas células enfermas se multiplican por una degeneración maligna del ADN de las células plasmáticas, lo que disminuye las defensas ya aumenta el riesgo de infecciones.
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La hematología es un compromiso
La atención integral del paciente hematológico no sólo debe ser abordada por el médico hematólogo. Debido a la complejidad de las enfermedades de la sangre, es indispensable la implicación de todas las áreas de hematología y hemoterapia, junto con servicios como análisis clínicos, microbiología, oncología radioterápica, radiodiagnóstico, medicina nuclear, anatomía patológica, enfermedades infecciosas, psiquiatría y psico-oncología, medicina intensiva, cuidados paliativos y trabajo social, entre otros.
ADVERTENCIA: Este artículo no debe considerarse como un equivalente de una consulta médica profesional. Consulte a su médico de confianza ante cualquier duda sobre este u otro tema relacionado con su salud.