Actualizado en
18 julio, 2017
¿Qué indica un nivel alto de SGOT en una prueba de función hepática?
Una prueba de función hepática (PFH) se realiza para detectar, diagnosticar, evaluar y controlar la existencia de alguna enfermedad o deterioro en el hígado. Son diversas las dolencias y daños que pueden afectar a este órgano. Una PFH que arroje valores fuera de los parámetros normales puede indicar o no una enfermedad o daño hepático, pero como estas enfermedades a veces no presentan síntoma alguno, realizar la prueba es de vital importancia.
¿Cómo se realiza una prueba de función hepática?
Una prueba de función hepática se lleva a cabo extrayendo sangre de tu brazo y analizándola. Es posible que tu médico te pida que ayunes y que te abstengas de tomar ciertos medicamentos antes de la extracción. Una PFH comprueba la presencia y los niveles de ciertas enzimas y proteínas en tu sangre. La existencia de niveles altos o bajos podría indicar algún tipo de problema en tu hígado.
La prueba SGOT
La prueba SGOT (transaminasa glutámico-oxalacética), también conocida como prueba AST (aspartato aminotransferasa), mide la cantidad que hay en tu sangre de esa proteína con actividad enzimática. Esta transaminasa se encuentra normalmente en el hígado, en el músculo cardíaco, en el resto de músculos del cuerpo y en los glóbulos rojos. Cuando las células de estos tejidos u órganos sufren daños, liberan esta proteína enzimática al torrente sanguíneo.
Los niveles de SGOT se miden para averiguar cómo están funcionando el hígado, los riñones, el corazón, el páncreas, los músculos y los glóbulos rojos, y para saber si los medicamentos que estás tomando pueden suponer un riesgo para tu función hepática.
Niveles normales de SGOT
Para la mayoría de los adultos, un nivel normal de SGOT estaría entre 0 y 35 unidades por litro. Pero aunque tus niveles sean normales, es posible que tengan que hacerte más pruebas, especialmente si lo que intentan averiguar es si tienes hepatitis C (que suele mostrar concentraciones normales de SGOT).
Niveles elevados de SGOT
Una concentración de SGOT ligeramente elevada es motivo suficiente para realizar más análisis. Si el resultado del análisis revela un nivel manifiestamente alto de esta enzima en la sangre, es muy posible que el hígado esté dañado.
¿Qué puede provocar que los niveles de SGOT suban?
Las altas concentraciones de SGOT en la sangre pueden estar causadas por diversas patologías como, por ejemplo, infección, hepatitis viral, mononucleosis, cáncer, enfermedad en la vesícula biliar o presencia de toxinas por la ingestión de drogas o alcohol. También pueden indicar que se ha producido algún daño en un músculo tras una caída o lesión, o la existencia de una enfermedad muscular, como poliomiositis o distrofia. Además, también cabe la posibilidad de que estos altos niveles se deban a algún tipo de afección en los riñones, el corazón o el páncreas, o a la descomposición de los glóbulos rojos.
Unos niveles altos de SGOT también podrían deberse al tratamiento con ciertos medicamentos, incluyendo determinados fármacos reductores del colesterol, antiinflamatorios, antimicóticos y algunos antibióticos (eritromicina).
¿Qué hacer ante un nivel alto de SGOT?
Si tras un primer análisis te detectan un nivel alto de SGOT, tendrás que someterte a más exámenes. Para elaborar un diagnóstico correcto de una enfermedad hepática, tu médico necesitará una amplia gama de pruebas de función hepática.
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