El gas de pimienta es un compuesto químico hecho a partir del aceite de capsaicina, que irrita los ojos y la piel. La capsaicina es el mismo ingrediente que hace que los chiles sepan tan picante. Si por desgracia te lo aplican, no te asustes. Busca a alguien para que te ayude a enjuagarlo, si es posible. Puedes tomar ciertas medidas para aliviar el ardor, pero sólo el tiempo hará que desaparezca por completo.

1. Deja tranquila la zona donde se roció el gas pimienta, teniendo cuidado de no tocar ninguna parte, en especial tus ojos o tu cara.

2. Parpadea con fuerza. Entre más lo hagas, más lágrimas llegarán a tus ojos, lo que ayudará a diluir el aceite de capsaicina.

3. Si usas lentes de contacto, retíralos.

4. Llega a la manguera o rociador de cocina más cercano. Lávate la cara y los ojos con agua fresca. No te frotes los ojos.

5. Usa un jabón que no sea a base de aceite y agua fría para quitar el rocío residual de la piel. Enjuaga bien y sécate con toallas limpias usando suaves golpecitos - una vez más, no te frotes.

6. Quítate la ropa y lávala. Asegúrate de limpiar muy bien tus lentes de contacto y de enjuagarlos antes de volver a ponértelos.

7. Usa compresas de hielo, según sea necesario, para aliviar las zonas afectadas y disminuir la inflamación.

   Advertencia

   No te frotes los ojos, la cara ni las manos con nada, antes de descontaminarlos.