La clorofila es el compuesto de las plantas que las vuelve verdes. De acuerdo con una monografía escrita por Rebecca Bramwell, Doctora en Farmacia, en 2011, publicada y revisada por NaturalStandard.com, investigación y revisión realizada en colaboración con un grupo de medicina alternativa, la clorofila está relacionada con el protohemo, el pigmento que vuelve roja nuestra sangre. Sus usos tradicionales incluyen el tratamiento para el mal aliento y el olor corporal, pero tiene otros usos.

Fuentes

Todas las plantas verdes contienen clorofila, pero sólo las plantas que son comestibles son utilizadas para producir suplementos de clorofila. Según Natural Standard, es obtenida del brócoli, repollos de Bruselas, repollo, lechuga, espinaca, alga chrorella, alga espirulina, germen de trigo, alfalfa, damiana, ortiga y del perejil. Está disponible como un suplemento dietario y puede ser combinada con otras substancias naturales.

Efectividad

La clorofila suele ser utilizada para tratar el mal aliento, pero de acuerdo con Natural Standard, ese uso es sólo substanciado por evidencia anecdótica. No obstante, puede ser de utilidad para otras condiciones. Puede ayudar al hígado a remover toxinas. Natural Standard también dice que la clorofila puede ser utilizada para tratar el herpes simple, también conocido como herpes labial, y enfermedades benignas de pechos, tuberculosis y artritis reumática.

Dosis

Los suplementos de clorofila no están estandarizados, así que la eficacia de estos productos no puede ser establecida. La preparación de cada producto puede variar entre los distintos manufacturadores, así que puede que no seas capaz de comparar una marca con otra. De acuerdo con Natural Standard, 100 mg de clorofila una o dos veces por día es la dosis anecdótica recomendada para tratar el mal aliento. Las dosis de 100 mg tres veces al día por unos cuatro meses han sido utilizadas en el estudio de la protección contra las aflatoxinas.

Precauciones

De acuerdo con el Centro Médico de la Universidad de Maryland, las reacciones alérgicas pueden surgir si tomas suplementos de clorofila. Puedes desarrollar una erupción fotosensible si eres alérgico a ella. La Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) no regula la clorofila ni ningún suplemento dietario por su efectividad ni por sus dosis de ingredientes activos, así que no consumas suplementos de clorofila sin hablar antes con tu doctor.